Fragmentos de cómo se va a componer el mundo IV
"¿Estás perdida?"
Paul Bowles: "¿Te has perdido?"
Kit: "Sí."
Paul Bowles: (en off) "Como no sabemos cuando vamos a morir llegamos a creer que la vida es un pozo inagotable, sin embargo todo sucede solo un cierto numero de veces, y no demasiadas. ¿En cuántas ocasiones te vendrá a la memoria aquella tarde de tu infancia? Una tarde que ha marcado el resto de tu existencia, una tarde tan importante que ni siquiera puedes concebir tu vida sin ella. Quizás cuatro o cinco veces, quizás ni siquiera eso. ¿Y cuántas veces mas contemplaras la luna llena? Quizás veinte, y sin embargo todo parece ilimitado..."
Escena final de El cielo protector de Bertolucci (basado en la novela de Paul Bowles.
Sobre quienes solo pueden comprender música
Hikari había nacido en 1963 con una hidrocefalia tan tremenda que parecía tener dos cabezas. Su única posibilidad de vida dependía de una operación muy riesgosa y complicada que, en el mejor de los casos, lo dejaría con daños cerebrales irreversibles. Los médicos preferían no operar y el propio Kenzaburo era de la misma opinión, pero su esposa le dijo que prefería suicidarse antes que dejar morir a su único hijo. Kenzaburo debía partir a Hiroshima, para escribir un artículo sobre los médicos que trataban a las víctimas de la radiación. Muchos de ellos padecían los mismos síntomas que sus pacientes. Tenían, según Oé, más motivos que nadie para dejarse morir y sin embargo perseveraban, logrando en algunos casos resultados asombrosos. Kenzaburo volvió y le dijo a su mujer que apoyaba su decisión. Hikari sobrevivió a la operación pero quedó con lesiones cerebrales permanentes, epilepsia, problemas de visión y limitaciones severas de movimiento y coordinación. Su autismo era total hasta que la madre notó que su atención respondía al canto de los pájaros. Kenzaburo consiguió un disco en que se oían diversos cantos de aves y una voz masculina que los identificaba. Un año después, mientras llevaba a su hijo en bicicleta por un parque cercano, Hikari pronunció su primera palabra: “Avutarda”, dijo al oír el canto de un pájaro. Había memorizado los setenta cantos distintos de aquel disco. Lo mismo le pasaba con la música: cuando oía un fragmento de Mozart (la música favorita de su madre) era capaz de identificarla al instante por su número Kochel.
Así hace su entrada la profesora Tamura en la vida de Hikari. Al principio se limitaba a mostrarle melodías sencillas en el piano, que él pudiera repetir con un dedo, pero el interés de Hikari por esas lecciones (esperaba a su maestra en la puerta de la casa con un reloj despertador en la mano) y sus sorprendentes progresos hicieron que la señorita Tamura fuese abandonando sus otros alumnos y se dedicara por completo a él. De a poco logró que cada uno de los dedos de Hikari trabajara en forma separada y pudiera encarar progresiones armónicas. Luego le enseñó solfeo y notación musical. Pero Hikari mostraba menos interés en practicar piezas de Chopin o Bach que en sus propias improvisaciones.
De El jardín de los Oé, de Juan Forn
Un humanoide procesa información y, simplemente responde.
Rezos tibetanos y explicaciones gestuales
Krishnamurti: "Mientras exista el "yo" habrá violencia"
Las múltiples nociones de "yo" según los ideogramas chinos
Los pronombres personales son como una espina clavada en la teoría del movimiento, dado que siempre han sido considerados como expresiones inanalizables de personalidad. Pero en chino, incluso ellos nos revelan sus sorprendentes secretos de metáfora verbal. Son una constante fuente de pobreza si se los traduce a la ligera. Tomemos por ejemplo las cinco formas de “yo”. Hay el signo de “una lanza en la mano” = un yo muy enfático; el número cinco y una boca = un yo débil y a la defensiva que detiene a una multitud hablando, un signo de ocultar = un yo privado y egoísta, un “yo mismo” (el signo del capullo de seda) y una boca = un yo ensimismado de alguien que se escucha a sí mismo; este yo sólo se utiliza cuando uno se habla a sí mismo.
Ernest Fenollosa, El caracter de la escritura china como medio poético