Los cuerpos perdidos
no todo en él es nuestro
quién dijo que el agua
devuelve lo que se lleva
brillan al sol los remolinos mansos
juegan con los peces
pones a flotar las semillas
pero estamos afuera
de los reflejos
el murmullo contra las piedras
es incesante
y no
renuncias
*
miro el cauce sobre el horizonte
pende una frase en mis pechos
con la simetría de una brújula
donde elevar un pedido a la luz
nuestros bordes en la tierra
cuerpos calientes
y los ojos sin cenizas
¿de qué color ves el día?
dejalo
No todo en él es nuestro
(Migraciones, 2018, Ed En danza)
*
LOS CUERPOS PERDIDOS
Insisto en la soledad
porque es el único modo en que lo oculto brilla.
Soy esta vagina abierta o herida,
este cuenco receptor de agua
una llave hacia el pulso por dar pulso,
ese cuerpo que va y que vuelve.
Soy la que canta en los cuerpos perdidos,
la que ilusiona palabras sencillas,
la del invierno más próspero y radiactivo.
Quedan hierros oxidados que tiñen las canciones.
Esa foto en sepia será nuestro mejor error.
LUGAR
Yo sé, mi corazón ha sido puro vuelo,
pero el caos no tiene destino
mi herida se ha vuelto un bosque
bordeado de silencio
la libertad que miramos,
es el mismo acto una y otra vez,
repetir el modo en que haríamos un lugar
en el que no cabemos solos,
PUENTES
La casa que imagino en el campo,
yo que viajo y me siento
en los bares
a oler mi inspiración,
el calor de la comida peruana,
la gente y todos sus colores,
los azulejos, los murales
mis hijos blancos y sus ojos marrones,
mi cuerpo diverso que se escinde liviano
y se va por disfrutar de la tierra.
El miedo es decir y que nadie más hable,
sentir que me extingo,
o soñar
y no trazar el puente.
(INÉDITOS)
Mi relación con la poesía
Creo que mi vínculo con la poesía surge como un ámbito de intimidad. Lo relaciono con mis espacios de lectura y escritura que tenía desde muy niña. Y desde siempre ha consistido en una escritura confesional, en dónde estaba la presencia de un otro hacia el cual me dirigía, metafóricamente. Pienso a la escritura, y a la poesía en sí como una forma de vincularme con las cosas, con el otro, con mis ideas, y la contemplación. Con el abordaje de la soledad, y el deseo. Es un campo de expresión y de vida. La voz poética tiene la amplitud de lo que es capaz el cuerpo, la búsqueda entonces para mí consiste en darle un centro de invocación, un centro de vitalidad e ir.