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Entrevista a Ana María Bovo


La narradora oral y escritora, Ana María Bovo, ha sido jurado de la convocatoria "Narración vital" cuyos videos elegidos están siendo proyectados en Espacio Enjambre. Aprovechamos el encuentro con ella para conversar sobre algunos temas que la apasionan: la memoria, las narraciones sobre la vida, y la enseñanza.

Hablás de la memoria como la inteligencia narradora, ¿quiseras contarnos un poco más acerca de esta función creadora de la memoria?

La memoria es interesada y caprichosa. Actúa a su voluntad y nos sorprende con recuerdos a veces inesperados.La función creadora para mí, es desafiar a los viejos recuerdos construyendo con ellos nuevas versiones, nuevos relatos.

Proponés en tus talleres que narremos la vida como queremos contarla, ¿podemos elegir narrar nuestra vida o las narraciones nos tienen, nos hacen ser de tal o cual manera?, ¿intervenir en cómo nos contamos significa intervenir en nuestra vida?, ¿la vida es narrativa?

Jhon Berger dice: "Lo único que se puede cambiar es el pasado. Lo que no se puede evitar son sus consecuencias". Creo que este enunciado abre un juego, un vaivén, para ir desde el pasado al presente y viceversa, y decidir, dado que las vidas son textos, como reescribir tu historia. Una misma misma vida admite muchas biografías. Tantas como los narradores que intervengan.

¿Qué es el "pensamiento narrador"?

Es la modalidad del pensamiento que otorga sentido a los actos de la experiencia. Que confía en que el relato de acontecimientos emana de por sí un sentido y ofrece una perspectiva sobre el modo en que atravesamos nuestras vicisitudes.

Primero te dedicaste mucho tiempo a la narración oral, y luego apareció la escritura. ¿Cómo están unidas en vos estos dos planos de la lengua? ¿Cuál es la diferencia, cuáles las transferencias?

Escribo en voz alta cuando construyo mis textos para la oralidad -para mis espectáculos- y también, cuando sé que tendrán luego el destino de ser editados. En cada caso, me exigen luego una sintaxis diferente. Pero debe resonarme cada frase de tal modo que yo tenga la certeza de que no sobre nada. El criterio estético es el mismo para la literatura oral que para la literatura escrita. Mucha austeridad en la elocuencia, para generar mayor interés y sentido.

¿Cómo te relacionás con la escucha?

Con mucha naturalidad, porque soy curiosa, porque en principio, siempre me interesa la gente. Aún la que me aburre.

Presenciamos tus clases magistrales, es muy interesante observarte cuando proponés directivas, te convertís en una especie de sombra que acompaña a quien practica su relato. Sucede un intercambio muy vivo entre vos y el alumno, como si no estuvieras afuera de ese relato que intenta construirse. ¿Cómo es tu trabajo en la docencia? ¿Cómo construiste ese instinto de ayuda hacia los que necesitan narrar?

Me encanta esa tarea de ayudar a construir, desde gestos mínimos, desde pequeñas omisiones o agregados, estallidos de significación. Pongo la lupa de todos mis sentidos en los gestos de quien cuenta, en los matices de su voz, y busco, con una red invisible, lo que Peter Brook llama "el pez dorado". Ese instinto no sé explicarlo. Creo que deviene, además de mi experiencia docente, del compromiso personal y estético con los relatos ajenos. Es que confío en la belleza oculta que a veces por pudor, el alumno o la alumna que narra, no se atreve a revelar. Es una tarea que me da muchísimo placer. Ser algo así como una "comadrona" que ayuda en los alumbramientos narrativos.

Ana María Bovo es una de las narradoras más destacadas de la Argentina.

Ha realizado numerosos espectáculos, entre ellos “Fiesta en el jardín y otros cuentos”(basado en relatos de Catherine Mansfield), “Humor Bovo”, “Por la vida de mis tías”(sobre los textos deÁngeles Masttreta), “Ana cuenta cuentos”, “Sueños y mentiras”, “Maní con chocolate” y “Hasta que me llames”. Obtuvo la Distinción Konex en la disciplina Unipersonal de la década 1991-2001 y el Premio ACE (2000) por “Maní con chocolate”. Como dramaturga, fue destacada en los Premios Teatro del Mundo 2000, 2001 y 2002 que otorga la Universidad de Buenos Aires por “Maní con chocolate” (junto con Mario Tobelem) y por “Hasta que me llames”. Emma Bovary constituye el debut de Ana María Bovo en la dirección teatral.

Como docente, es fundadora y directora de la Escuela del Relato. Una institución única en su género que toma como modelo estético a las narradoras y narradores espontáneos, cotidianos. Los alumnos de la Escuela reciben ocasionalmente visitas de narradores de España y de estudiantes de Harvard, que se acercan a perfeccionarse en esta institución. La formación de Especialista en Relato apunta a derribar la muralla que existe entre el reino de la palabra escrita y el reino de la mirada.

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